Hacía dias que tenía pendiente escribir la crónica del verano y en la primera entrega os enseño el fragmento de realidad cerámica que he podido palpar en Marruecos.
En concreto, la zona que he visitado es la comprendida entre Marrakech y Essaouira. La estancia: breve, pero suficiente para captar la presencia de la ceramica allí a donde mires...
Las tierras de la zona de Marrakech son rojas y arcillosas y se trabajancon una consistencia bastante blanda, mezcladas con chamota obtenida de la molturación de piezas cocidas defectuosas, obteniendo de esta forma un circuito perfecto de reciclaje.
El tipo de pieza es variado pero, en su mayoría, hecha a torno. Podemos encontrar pequeños utensilios para limar las duricias de los pies o que contienen maquilaje (1a imagen), conteniedores de almacenaje para diferentes productos, tajines, etc.
Encontramos asentamientos de alfareros en las afueras de Marrakech, al lado de un pequeño riachuelo del cual extraen el agua y la arcilla (última imagen). Tienen pequeñas construcciones en las que trabajan y cuecen las piezas.
Youssef, alfarero de un pueblo vecino a Marrakech (3a imagen), nos hizo una demostración de su técnica para hacer pieza seriada (4a imagen) que se comercializará para el almacenaje de aceite de oliva, muy abundante en la zona.
Si nos vamos hacia la costa, las tierras se van aclarando hasta volverse blancas. Es ésa la terra que usan para la fabricación de la conocida cerámica de Safi (6a imagen), decorada en bajo-cubierta con motivos florales y geométricos.
Para las próximas entradas espero tener montado el video de Youssef torneando y explicaros su técnica.
un viaje muy recomendable